sábado, 27 de noviembre de 2010

Fin del Viaje

Entraba por última vez a este lugar, y justo esta vez no le parecía tan normal… era como si hubiesen pasado varios años, y ahora volviese y sintiera todos sus recuerdos. Se dirigió directamente a lo que por varios años fue su consulta, desde donde dio más que apoyo médico. Fue justamente esto lo que le causó todos sus problemas.

En el hospital de la ciudad Trabajaba alguien muy especial. El no era una persona, era un ideal, ya que logró algo que pocos logran hacer en este mundo: dar toda su vida por el servicio a las personas; dedicaba su trabajo, su atención, su esfuerzo a los que más lo necesitaban. Durante toda su juventud, y mientras estudiaba medicina, siempre soñó con dedicarse a la gente, aunque nunca creyó que podría tener la voluntad para hacerlo. Además que su constante esfuerzo por siempre preocuparse por el más necesitado lo llevó a tener que enfrentarse a muchos problemas y a mucha gente; aunque él creía que hacía lo correcto al dar su vida por salvar la de otros.

A veces, se salía del protocolo del hospital por hacer lo que creía más oportuno en el momento, ya que pensaba que los protocolos no salvaban vidas. Aunque mucha gente que trabajaba dirigiendo el hospital se enojaba con él, todos al final le tenían mucha estimación, la gente lo quería, y sus colegas lo apoyaban. Y después de mucho tiempo, muchos de sus colegas comenzaron a trabajar así, preocupándose más de la gente que del dinero que ganarían; y aunque el gobierno no lo aprobaba, la gente sí, y el hospital siguió funcionando así bastante tiempo.

Tal vez era muy agotador, pero el pensar siempre en lo que lograba, o el ver la sonrisa en la gente a la que ayudaba, le servía para quedar pagado, y poder descansar tranquilo ¿qué más podía pedir?

Pero fue hace pocos años cuando las cosas cambiaron. Un nuevo director del hospital cambió las leyes del hospital, obligando a los médicos a seguir los protocolos establecidos en el hospital, por lo que todos los demás médicos que seguían la idea de ayudar a la gente a toda costa tuvieron que adaptarse a los cambios. Excepto él. Esto conllevó una serie de conflictos con la administración, estando al borde de ser despedido; pero él siempre haría todo por hacer feliz a sus pacientes, para que ellos mantuvieran su derecho a la salud. Pero en un momento a otro todo cambió…

20:37, llega al hospital una señora con un problema grave. Sin embargo, había otros casos que estaban antes por prioridades establecidas en el hospital. La señora seguía empeorando, y posiblemente se desmayaría, y podría sufrir algún daño neuronal. Como él vio que nadie ayudaba a la señora, acudió inmediatamente a asistirla. Justo en este momento, aparece el director del hospital, quien encontró que esta falta al protocolo de atención de urgencia era ya lo último que podría tolerar. Tal vez era mucho lo que aguantó el director del hospital, o solo lo encontró en un mal momento… pero su carrera en este hospital terminaba para siempre… debía recoger sus cosas mañana.

Tantos amigos, tanta solidaridad y sangre derramada… tantos momentos que llenaron su vida. No los quería dejar ir. El era parte del hospital… y el hospital era parte de él.

Al día siguiente, entraba por última vez a este lugar, sintiendo por cada pasillo los recuerdos de sus experiencias ayudando a la gente. Quedaban impregnadas en las paredes todos los sacrificios hechos para siempre atender a quien lo necesitaba. Pero no se esperó que en el Box donde atendía hubiese tanta gente esperándolo. Todos querían despedirse de la persona más grande que había pasado por este hospital. Fueron lágrimas que embellecieron el momento. Todos tenían algo que agradecerle por lo que hizo, no solo a la gente, sino también en las personas que trabajaban con él. Pero ya era tiempo de partir. Este ya no era su lugar.

Saliendo del establecimiento, el director del hospital lo detuvo. Parecía un tanto inquieto y triste, distinto al día de ayer:
- Mira, se que ayer te dije que te fueras porque siempre pasas a llevar el reglamento del hospital. Pero realmente tú has hecho más por este lugar y por las personas de lo que cualquiera podría hacer… Me arrepiento totalmente por lo de ayer… Si vuelves, dejaré mi cargo a disposición para que otro pueda tomarlo… incluyéndote.

- Gracias señor. Realmente agradezco sus palabras. Pero por años he estado reservando mi servicio solo a este lugar. Allí afuera hay más gente que me necesita. Sé que no podré ayudarlos a todos, pero vale la pena intentar esta travesía. Ha llegado el fin de mi viaje en este lugar, y es momento de comenzar un nuevo camino, hacia nuevos rumbos. Allí afuera me espera el mundo herido… espera mi ayuda… espera la ayuda del mundo…

1 comentario: