lunes, 21 de diciembre de 2009

"La magia no se perderá en el mundo, mientras el amor de los más cercanos viva en uno"

El viento soplaba suavemente a las afueras de ese gran establecimiento blanco, y los nervios de aquella mujer se tornaban mas grandes. Era por lo que quería expresar, por liberar lo que sintió durante todo este tiempo de lucha. Esto la llevó a recordar el día anterior, donde pasó toda la noche en su departamento tratando de escribir el discurso que debía leer hoy. Tanto que podría decir, tantas cosas que vivió, que no sabía por donde empezar, y el vaso de whisky bajaba rápidamente. Entonces, a lo lejos, en el rincón de la habitación, encontró una foto de su difunto padre... y ahí comenzó a recordar...

Su padre, un hombre de gran esfuerzo, trabajaba lo suficiente para alimentar a su esposa y sus tres hijos; tenía un empleo humilde, y siempre tenía tiempo para disfrutar con su familia. Ella recordaba que en todo momento, fue su padre su mejor amigo, quien la protegía, la consolaba y la animaba. Su madre, una bondadosa mujer, no necesitaba trabajar, y se dedicaba a cuidar a sus hijos, y a contarles sobre el mundo, y que la magia no se perdía en el mundo, mientras el amor de los más cercanos viviera en uno. Vivían humildemente como una familia ideal... hasta que la desgracia arrasó a la familia.


"Cancer Cerebral". Realmente, uno nunca pensaría que dos palabras podrían destrozar así a una familia, pero cuando la muerte asecha a un ser querido, las cosas son demasiado difíciles. Su padre tenía una enfermedad totalmente irreversible, y justo cuando ella iba a cumplir sus tan esperados 16; pero toda esta celebración se llenó de trizteza. Su madre tuvo que salir a conseguir trabajo para costear parte del tratamiento de su esposo
. Pero estas tragedias no llegan solas. Al poco tiempo después de su cumpleaños, esta chica, mientras paseaba con sus hermanos, sufrió un dolor en el corazón demasiado profundo, como si un cuchillo la atravesara, y se desplomó. Sus hermanos no pudieron hacer nada en ese momento... ni en ningún otro.

Algunos dirían que era demasiada la coincidencia, o mucha la mala suerte; pero la chica
también tenía Cancer, pero en el corazón, lo que le provocaba insuficiencia cardiaca. Dependía de muchos tratamientos y medicamentos, igual que su padre, viéndose los dos en una situación dolorosa, tanto para ambos, como para la familia, que ya estaba totalmente desolada. Un transplante de corazón era lo único que en ese momento salvaría a aquella chica desesperanzada en ese momento, que, a pesar de que parezca increíble, el único aliento firme que recibía era de su padre, cuya enfermedad era terminal, quien le decía constantemente que no se rindiera. Pero ella comenzó a agravarse, al igual que el padre, y los costos de la mantención de los dos estaban dejando en bancarrota a sus seres queridos, a pesar de los aportes que recibían de familiares y amigos.

Una tarde (recordando en su mente), vio a su padre triste conversar con el doctor, pero de un momento a otro, cambió esa pena por una sonrisa, llegó donde su hija, y le dio la última esperanza que le podría dar: "Hay un donante". Ella se alegró mucho, pero la cara de tristeza de su padre seguía, así que prefirió dormir. Solo escuchó decir de su padre "te amaré por siempre" antes de dormir, y su padre la acompañó durante su sueño en esa solitaria habitación de hospital. Al otro día, la operación resultó un éxito, ella tenía un nuevo corazón para seguir viviendo; y al día siguiente, cuando despertó, quería abrazar a toda su familia. Pero en vez de eso, su madre le entregó una carta. Ella nunca se imaginó (y hasta el día de hoy le sorprende) que esa carta le haya cambiado tanto la forma de observar el mundo, mucho más que esa enfermedad que la tuvo al borde de la muerte. Esa fue la despedida de su padre, un adiós lleno de tristeza y de esperanza al mismo tiempo. "Hay cosas que no puedes dejar en tu vida, como las ganas de seguir viviendo. Es por esto que te dejo esta oportunidad para que puedas encontrar la felicidad". Fue una de las oraciones que jamás olvidaría de esa carta, además de "Hoy, te dejo mi corazón para que puedas sentir todos aquellos bellos sentimientos que viví, y para que en tu dolor te pueda consolar". Fue en ese momento en que dijo: "Por ti seguiré viviendo y haré cosas grandes".

Esto la motivó a estudiar Medicina, esforzarse para poder costear la universidad, y que así su familia no tuviese que pagar grandes costos. Fue siempre la primera de su clase, siempre ayudando a sus compañeros que más lo necesitaban; y a pesar de los estudios, no dejó de ser solidaria con el mundo, ya que tenía que ser tan solidaria como lo fue su padre con ella. Se graduó con honores, y siguió estudiando y trabajando esforzadamente para conseguir su tan anhelado sueño. Años después, recibió sus postítulos en Oncología, siguiendo los pasos a ese gran sueño que la movía aún a seguir viviendo.

Siendo ya una Doctora prestigiosa, comenzó a moverse de un lado para otro, hablando con autoridades de todo tipo. Comenzó a moverse, tanto en autoridades de salud, del gobierno, importantes ministros; como en universidades, empresas privadas y centros de investigación, contando su historia y planteando su idea a todos aquellos que pudiesen ayudarla. Juntó recursos y aportes tanto del sector público como privado. Unió a todos los sectores políticos a favor de una sola causa, que después de tanto camino recorrido, y sudor derramado por el esfuerzo, vio como vive en un mundo en que los sueños aun se cumplen, en especial si se trata de hacer algo por otras personas.

Abrió los ojos, y se vió nuevamente en la entrada de ese gran hospital. Sintió nuevamente esa brisa un tanto helada que corría por ese lugar, que ya no le hacía sentir frio, sino seguridad, ya que sentía que era el abrazo de alguien muy cercano y querido que siempre estuvo con ella en su corazón. Se levantó con ánimo, fue hacia el estrado, y con una reseña de su verdadera historia de lucha, inaguró el proyecto más grande que ni la solidaridad misma podría imaginar para el mundo: una cadena de hospitales públicos que, financiado tanto por una parte importante del estado, como por grandes aportes de privados, ayudaría no solo a personas, sino a familias a afrontar esta situación dificil y salir adelante contra esta enfermedad que es el Cancer.

Esa fue la historia que ella quiso contarle a todas las personas presentes, y que hoy he querido llevar ante ustedes; solo dejando como importante mensaje que "la magia, la esperanza y la solidaridad no se perderán en el mundo, mientras el amor de los más cercanos viva en uno"