domingo, 16 de mayo de 2010

14 de Julio

Llevaban siglos de oscuridad, siglos de terror y tiranía. La opresión parecía ser la misma, hasta que un sol negro se asomó por el horizonte, y sus ultimos días parecían hacerse más turbulentos. Un sol que parecía tan pequeño, fue capaz desde el principio de ser poderoso. El miedo corría por las calles de esas, aparentemente, majestuosas ciudades, que escondían la pobreza tras la falsa belleza para el extranjero. El miedo entraba en sus casas, los oprimía, los desesperaba. Ya habían dejado de ser personas: perdieron su libertad. Una nación que pareció tan distinta, y con muchas esperanzas, demostró que siempre estuvo en decadencia. Desde las costas de Normandía hasta el mar Mediterraneo, el terror de un tirano que quiso ser Dios, incluso contra su propio Dios, dominó la vida de gente que solo tenía sus sueños como refugio.

Pasaron años bajo ese negro y opresor sol, que solo les quitaba la vida. Y llegó el momento en que este sol llegó a su ocaso, mas la luz no llegó. Sus sucesores fueron capaces de mantener la oscuridad, y la gente no tuvo más remedio que seguir encerrada en sus sueños, que parecían ser invulnerables a la oscuridad esparcida por ese sol perverso. A pesar de todo, el espacio de los sueños en los corazones de aquellas personas parecía hacerse más pequeño, y la tristeza era más predominante en las casas, y la unión familiar llegaba ser la unica forma de combatir la opresión. La impotencia de un pueblo se hacía cada vez más visible, y parecía una bomba de tiempo, que desembocaría en un terrible caos donde las víctimas serían ellos mismos. Mientras tanto, los descendientes de los que esparcieron el terror podían vivir, disfrutar y jactarse de tener para ellos la luz de un sol radiante, que les daba vida... hasta ese momento...

Pero los vientos de los mares fueron capaces de llevar su frescura hasta lo más interno de esta nación, corriendo por todas las calles, haciendo reaparecer la primavera en un pueblo que no era capaz de observar hace mucho el nacimiento de una flor. Y una palabra comenzó nuevamente a resonar en las casas y en los corazones de las personas, pudiendo ver un pequeño destello de luz cada vez que escuchaba esa palabra: Esperanza. Multitudes secretas empezaron a hacer brillar el sol que da vida en los rostros de aquellos que habían vivido oprimidos por tantos años, y por primera vez en siglos, aquellas bellezas en paisajes, en parques, en monumentos y en colosales edificios, pudieron reflejar la belleza de su pueblo. Empezaron a renacer elementos que parecían extintos, que a ellos les parecían extintos: Ideales, Pensamientos, Libertad, Lucha, Fraternidad, Derecho, Justicia y Libertad. Las ideas eran las que ahora se paseaban libremente por las calles, asesinando libremente al terror, y la gente celebraba ese derrame de sangre, mostrando sonrisas hacia el cielo. Pero esto no era el fin de la lucha que ellos querían...

Las discusiones en los bares, en las casas, en las calles y en las plazas sobre la lucha que debían realizar se hacia más fuerte. Pero necesitaban un instante donde ellos, junto a sus sueños, sus ideales y su libertad se fusionaran en uno solo. Las grandes voces que movieron esta lucha siguieron perseverando en la necesidad de consagrar sus ideales, ser lo que necesitaban ser: Un Pueblo Libre. Y tomaron la desición, debían volver a ser un pueblo unido, libre, igualitario y fraternal. Debían Luchar...

Y algo hizo que los ideales se elevaran a lo más alto, que los sueños fuesen capaces de transformar la realidad, que el grito de libertad iluminara los cielos de Paris. Nadie sabe qué fue, pero todo en lo que creían se unificó en una sola fuerza, que fue capaz de derribar las murallas de la fortaleza del secreto, del lugar sin justicia. Y los herederos del rey sol perdieron todo su poder, y la luz que ellos tapaban por fin pudo iluminar a toda una nación que parecía no conocer de luz, de verdad y de libertad.

De ahí en adelante, fue un efecto dominó, ya que nada pudo detener la caida de este reino del terror. Han pasado más de doscientos años, y muchas vivencias tambíen han llenado la historia de este país. Sin Embargo... una historia fue capaz de demostrar que la humanidad si puede luchar por acercarse a un concepto que parece tan utópico, en especial cuando todo parece en contra, y se es capaz de mantener siempre la ilusión de soñar, de ser libres y de vivir.

Francia aprendió, y le enseñó a la humanidad a vivir con Libertad, Igualdad y Fraternidad, consagrándose en un momento: 14 de Julio de 1789



VIVE LA LIBERTÉ!