… Hey, despierta, es hora de empezar…
-Bien, despertaste. ¡Ya era hora!
-Qué… Cómo… ¿Dónde estoy?
-¿Cómo que no sabes dónde estás?
-No, no lo sé. Solo parece un desierto.
-Bueno, vas por buen camino joven
Sherlock.
-¿Qué quieres decir?
-¿Es que acaso no recuerdas este lugar?
-Si lo recordara, no te estaría
preguntando.
-Eso quiere decir que ya ha pasado mucho
tiempo.
-¿A qué te refieres con mucho tiempo?
-Vamos ¿no te diste cuenta en qué
estabas durmiendo?
-Ni siquiera sé cómo demonios llegué
aquí, ni… un momento, si es un desierto ¿qué hace un árbol en el desierto?
-No iba a dejar que durmieras en
cualquier parte.
-Ok, eso no tiene lógica alguna.
-Considerando que es la primera vez que
te preocupas de la lógica
-¿Perdón?
-Te conozco desde siempre. En verdad, no
sé en qué punto empezaste a preocuparte de la lógica.
-Eso solo me plantea otra pregunta
¿quién eres tú?
-Es bueno que te plantees preguntas. Sin
embargo, todo será respondido a su debido tiempo.
-Entonces, si quiera me dirás dónde
estoy y qué hago aquí
-Creo que eso si te lo puedo responder,
aunque esperaba que tu pudieras deducirlo. Estas son tus tierras.
-¿Mis tierras? Espera, ahora sí que no
entiendo nada.
-Vaya, en verdad no recuerdas nada. Has
cambiado totalmente, no eres el mismo de antes…
-¡Basta! No te conozco, y crees saber
más de mí que yo mismo; y además me traes a un puto desierto con un árbol que
apenas puedo reconocer, e incluso, apenas puedo ver tu silueta con apenas la
luz de las estrellas ¿y esperas que entienda algo de lo que está pasando?
-Ok, tranquilo, tal vez fue mucho este
inicio para ti. Te preguntaré algo, ya que describiste bien el donde estás,
dentro de toda la lógica ¿no sientes algo extraño, dentro de lo simple? ¿Acaso
algo no cuadra?
-Claro que hay muchas cosas que no cuadran.
-Está bien, lo preguntaré de otra forma.
Siendo que estamos en un desierto de noche ¿no tienes frio?
-Vaya pregunta, eso es irre… Claro…
claro que no siento frio. Solo estoy con una camisa y un pantalón.
-Estas son tus tierras… o más bien eran…
bueno, eso depende de algo importante ¿sabes actualmente quién eres?
-Yo… no lo sé.
-¿Por lo menos sabes cuál es la palabra
más importante, más poderosa y la principal de esta existencia? Tú mismo la
convertiste en tu dogma.
-Creo… creo que era la Esperanza.
-Una vez alguien dijo “no descansaré
hasta luchar por que los sueños de todos se hagan realidad” ¿recuerdas eso?
-No, pero eso sé que lo he escuchado en
otra parte, como un grito en el vacío.
-Estas son tus tierras. Tú fundaste un
país aquí, una nación sin fronteras, un lugar sin límite de posibilidades.
-¿Aquí? ¿En un desierto?
-Exacto
-Pero si aquí no hay nada más que un
árbol.
-Ese árbol lo trajiste tú, en
representación de algo que ni yo conozco, y para recordar algo que solo tú
puedes saber.
-¿Qué sería eso?
-Una puerta.
-Un momento ¿de dónde salió esa puerta?
-Siempre ha estado aquí, solo debías
encontrarla.
-Y cómo esperas que la… espera, yo no
tenía esta llave en mi bolsillo.
-No precisamente en tu bolsillo, pero
siempre tuviste esa llave.
-Ahora es todo más confuso.
-¿Recuerdas a los Caminantes, al
Caballero Errante, las experiencias?
-Creo que… pero cómo aparece una aurora…
-¿Recuerdas ahora?
-Claro que sí, la Aurora Boreal, los
Caminantes, el Guerrero del último día, el Caballero Errante, las aves y sus
vuelos en el vacío… ¡Y el Acta!
-“Para avanzar, ocho pasos darás…”
-“…pero el último en cinco partes será”
-Qué bueno que ya recuerdes esto. Ahora
solo te queda volver a entrar y revivirlo todo.
-Gracias. Pero antes de irte ¿me dirás
quién eres?
-¿Sabes quién eres tú?
-Ahora sí.
-Entonces yo solo soy un mensajero. Soy
el camino ya recorrido, y tú el camino que se ha de recorrer. Y antes de que
perdieras el rumbo, me pediste que te ayudara a retomarlo cuando creyeras que
estabas listo. Espero nos volvamos a ver, cuando puedas creer completamente.
-Pero aún tengo preguntas que… se fue.
“No
descansaré hasta luchar por que los sueños de todos se hagan realidad”
-Ahora lo recuerdo. Este es mi Refugio
en la Tempestad.
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